El miedo tiene muchos disfraces, algunos muy escurridizos, tales como estrés, “respeto” o malestar; y encontrarlo puede implicar una labor “detectivesca”. En cualquier caso, no hay que juzgarse por sentirlo ni pensar frases del estilo “soy un@ cobarde”. No ayuda nada y resulta absurdo. Si lo sientes, ¡perfecto, no estás muerto! Lo interesante del miedo es que te permite identificar qué es lo que se esconde detrás. Debes preguntarte: ¿qué no quiero perder? ¿qué beneficios me aporta el miedo? Cuando se trata de cuidar la salud, los seres queridos o tus propiedades resulta sencillo contestarlo. Huyes del dolor y de la pérdida relacionada con la supervivencia básica que comprende elementos tales como salud, trabajo, casa o dinero. De hecho, en la UCL, University College London, han demostrado que cuando perdemos dinero se activan las zonas del cerebro relacionadas con la agresividad o la frustración, cosa que quien ha perdido alguna vez algún billete habrá sentido.
Pero el problema del miedo se agrava cuando se refiere a aspectos mucho más sutiles. Detrás del miedo al rechazo (al qué dirán), al fracaso (no estar a la altura de las expectativas propias o ajenas) o a la pérdida de poder o prestigio (tarjeta de director, determinado modelo de coche) se oculta el miedo a perder un disfraz o rol. Dicho disfraz puede ser el de quién agrada a todos, del que más sabe o del que siempre triunfa. Pero si profundizas aún más verás que esa imagen que proyectas, en realidad, es probablemente la que te da seguridad para sentirte querido y quererte. Y ahí está la trampa. De hecho, a muchas personas lo que les duele de un fracaso en una empresa no son sólo las posibles consecuencias obvias, sino el orgullo herido y eso, una vez más, está asociado a un rol. Si eres capaz de identificar lo que se oculta detrás del miedo y los beneficios que te aporta, podrás acelerar cualquier proceso de transformación porque éste sólo se produce cuando se han perdido los disfraces.
Creo que tenemos miedo a perder una identidad creado cuando no sentimos lo que verdaderamente somos. El ser esencial no necesita disfraces; el ego, sí.
Hoy, en Twitter, Santiago Pando escribía esto:
«Cualquier decisión tomada en base al miedo, termina siendo equivocada».
Equivocados estamos si creemos que el disfraz es lo que somos y decidimos en función de ello.
Un saludo, Pilar.
Buenas tardes Pilar:
Creo q ese «miedo» que se siente ante el rechazo,fracaso, pérdida de poder… miedo a esos aspectos más sutiles como bien denominas, está asociado a una falta de confianza en nosotros, inseguridad. Ya que cuando alguien es coherente con lo q dice y hace, fiel a sus valores y principios y predica con el respeto acepta esas situaciones y si ese fracaso por ejemplo es fruto de un error, aprenderá de él. Es mi humilde opinión.
Como siempre un placer leerte.
sonia
up_person/twitter
Pilar,
Hace poco he leído tu libro ‘NoMiedo’ y no acabé de entender el porqué de considerar al estrés una forma de miedo.
Entiendo que el miedo puede generar estrés y entiendo que una época de fuerte estrés puede generar un miedo a la causa que lo provocó.
O sea, que veo relaciones miedo-estrés, pero no entiendo por qué se pueden identificar.
Aprovecho este post en que tambien lo mencionas para preguntártelo directamente.
Gracias por anticipado.
El miedo está directamente relacionado con «perder». El miedo nos asalta cuando existe la posibilidad de perder algo: trabajo, vida, amor…
Los valientes pueden controlar su miedo y arriesgan.
Un beso
Hola Pilar.
He leido «No Miedo» y «Héroes Cotidianos». Me han encantado, sobretodo el segundo. Veo que se habla del miedo a perder. Pero también existe el miedo a no conseguir… ser válido. No ser aceptado, ser ridiculizado, humillado, utilizado…Entonces, el miedo no es a perder si no a no poder compartir, estar solo.
Abrazos…
Siempre muy interesante tu punto de vista Pilar, para cuándo tus libros en Buenos Aires? los he buscado en las tiendas reales y virtuales y no están 🙁
El miedo paraliza, el tema es transformarlo en acción positiva, tal vez luego de esa búsqueda interna que tan bien describes.
Un abrazo desde Argentina
Angélica
Como siempre super interesante el trabajo realizado en las Pymes.
Saludos desde Argentina.
Hola Pilar,
Llevo bastante tiempo sin seguir tu blog y con muy poco tiempo para mi. Estoy colaborando en la puesta en marcha de un proyecto y me tiene completamente absorvida. Por cierto, veo que estás en California. Yo voy a Estados Unidos la semana del 6 de Agosto, y entre otras, estaré por San Francisco a mediados de agosto. Estoy al 100 X 100 de acuerdo contigo. Esto es muy típico de la cultura occidental, el «apego». Apego a nuestra imagen, a nuestro estatus, a nuestro nivel económico…Nos aferramos y no nos damos cuenta que es como coger la arena de la playa con el puño. Si lo apretamos con fuerza se nos cae toda la arena. Si dejamos la mano entre abierta, la arena se mantiene. El miedo nos avisa de algo. Incluso muchas veces se refleja en una determinada parte del cuerpo. Cuando no escuchas tus emociones, estas te gritan. Y ese grito se refleja muchas veces en el cuerpo. Compartiré una experiencia que me ha ocurrido hace poco. Estoy preparándome para una negociación que para mi es muy importante. El pensar en ello me pone algo nerviosa porque me siento en cierto aspecto insegura. He estado las dos últimas semanas tan absorvida con este tema, y con «miedo» a esta negociación que me puse con el chip del dinero (ahorro, salgo poco, etc.). Pues estaba tan metida en esto, y con «el puño cerrado», que un día comiendo con una amiga me robaron el casco de la moto. No me dí ni cuenta. Pero lo más fuerte es que al cabo de dos día perdí un abono del metro que estaba con todos los viajes. Estas dos pérdidas para mi han supuesto volver a desembolsar un dinero, especialmente el casco. Pues gracias a estos dos sucesos, me dí cuenta del miedo que tenía a esta negociación, del cual no era consciente, y de la importancia que le daba al dinero y sobretodo al perderlo. Ahí ya me empecé a relajar y he preparado la negociación definiendo cuatro escenarios donde no sólo planteo la negociación en términos económicos, sinó también en otros conceptos (tiempo, flexibilidad, compatibilidad, etc.). Bueno ahora sólo me falta exponerlo el jueves con mi cliente y que el resultado de esta negociación sea el más beneficioso para ambos.
Saludos desde Madrid 🙂
Pilar despues de conocerte he leido tus libros de los cuales todos me ha ayudado en mi carrera profesional, finalmente me he convertido en un «heroe cotidiano» de los de tu ultimo libro,me merece el respeto todos tus ideas sobre la nueva gestion en la empresa pero me asalta la duda si muchas empresa no esta haciendo una utilizacion mercantilista de estas ideas sin importarles la verdadera funcion de estas, ya que al final son empresas cerradas en si misma con un»miedo» en su cupula de directivos que hacen imposible la plena aplicacion de esta ciencia. si quieres mas historia de heroes cotidianos,
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