Según la «Ley de la Variedad Requerida« propuesta por Ashby, la inteligencia se encuentra dispersa de forma homogénea, independientemente de la raza o el sexo y la complejidad de nuestro entorno debe reflejarse en la composición de las organizaciones.
Esta ley no siempre (o casi nunca) se cumple. Tom Peters señala este hecho en Estados Unidos: Las mujeres deciden el 65 por ciento de las compras de automóviles y, sin embargo, sólo hay un 7 por ciento de vendedoras en los concesionarios, por no hablar de los porcentajes de quienes diseñan o dirigen las empresas automovilísticas. El nombramiento como máxima responsable de la Universidad de Harvard de Drew Gilpin Faust fue noticia el pasado año por el mero hecho de tratarse de una mujer. En Alemania solo siete mujeres ocupan altos cargos en las 180 mayores empresas y tan sólo una, Karin Dorrepaal, de Schering, se encuentra entre las treinta compañías que cotizan en el Dax de la Bolsa de Francfort. Entre las representaciones españolas en organismos internacionales, tan sólo se da un 9,7% de mujeres. Aún inferior es el porcentaje en las embajadas, al frente de las cuales sólo encontramos un 6% de mujeres; o un 5% de magistradas en el Tribunal Supremo.
Aunque también hay motivos para el optimismo, según el último Informe de la Comisión Europea sobre la igualdad de hombres y mujeres durante el periodo de 2001-2005 la diferencia entre las tasas de empleo masculina y femenina ha descendido en 2,6 puntos y se sitúa en 15 puntos.(Si hiciéramos el análisis por razón de edad veríamos que la diferencia sólo es de 5,9 puntos entre los jóvenes (15-24 años), de 16,7 puntos para los trabajadores de entre 25 y 54 años, y de 18,1 puntos para los mayores de 55 años). Durante el mismo periodo de tiempo se crearon alrededor de ocho millones de puestos de trabajo, de los que seis fueron ocupados por mujeres; la tasa de ocupación femenina alcanzó el 56,3% en el 2005, con un incremento de 2,7 puntos sobre el año 2000 (compárese este aumento con el 0’1 que se produjo entre la población masculina). En definitiva, aunque todavía queda recorrido es razonable pensar que pueda alcanzarse el objetivo marcado en la Estrategia de Lisboa del 60% de tasa de ocupación femenina para el año 2010 (con permiso de la omnipresente crisis).
Las implicaciones de la Ley de la Variedad Requerida nos llevan a concluir que las mujeres han de asumir protagonismo en toda la pirámide organizativa. Simone de Beauvoir invitó a las mujeres en 1949 a buscar su propia identidad más allá de las trabas sociales. Quizá la actualización de dicha invitación consista en seguir trabajando desde dos planos: a nivel individual, en los prejuicios sociales que a nosotras mismas nos condicionan y a nivel de empresas y organizaciones, en facilitar los medios para que se produzca un cambio. Y en todo este camino no debemos olvidarnos de trabajar en estrecha colaboración con los hombres.
En estas ocasiones recuerdo, que muchas veces, las creencias nos limitan nuestro avance.
Y me quedo con una premisa que suele acompañarme, una creencia en mi, debe cumplir tres premisas:
Pensar que las cosas son posibles
Pensar que es posible para mi
Pensar que además me lo merezco
Cuando una creencia no cumple una de estas tres premisas, nuestra creencia pasa a ser limitante; y no olvidemos que las creencias son hábitos de nuestra memoria y a veces lo que aparenta ser muy rígido, en ocasiones es muy frágil.
Me quedo con la última frase, no olvidarme de trabaja en estrecha colaboración….CON LAS PERSONAS…
Gracias Pilar…
Yo creo que es una cuestión de esencia y ser. En el momento que nos quitemos las máscaras de identificación que repiten los patrones caducos de generaciones anteriores las cosas evolucionarán solas. En ese momento la mitad de las personas en un consejo de administración serán mujeres. Aunque eso es lo de menos. Serán PERSONAS.
Ahora en muchas grandes empresas, las mujeres directivas adquieren los patrones caducos del estilo a SERIEDAD = PROFESIONALIDAD . JA!
Ayer estuve en el Club Financiero Génova en un taller de Teatro y PNL que organizó Di Towanda. Nos lo pasamos genial. Hasta que nos llamaron la atención porque se escuchaban los aplausos y las risas. Me fijé en sus semblantes , estaban todos apagados. Triste , pero supongo que así lo han elegido.
Es hora de despertar nuestro lado femenino, tanto hombres como mujeres.
Begoña, me alegro mucho verte por aquí comentando guapa!!!
Mil besos y una 🙂
Tienes toda la razón… es por eso que estamos bajo el imperativo androcrático que masculiniza todas las relaciones sociales/comerciales: la competencia, las guerras comerciales, la explotación de los recursos sin atender al medio ambiente, la relaciones dondo sólo se consideran vencedores y vencidos, el exitismo por sobre la sabiduría, etc. Es por ese incumplimiento de la ley de la variadad requerida de Ashby que vemos un mundillo empresarial regido por el primitivismo y la reducción fragmentada de los objetivos que terminan colapsando en el sólo deseo del lucro… En lo que a mi respecta: ¡¡¡¡viva la diversidad, vida la paridad de géneros, viva la necesario complementariedad y equilibrio!!!!!!.
Felicitaciones por el blog. Un abrazo
Andres
Es evidente que se sigue arrastrando una cultura poco reivindicativa en cuanto a los derechos de las mujeres, que aunque se han formalizado y aclarado hasta la saciedad, todavía no han colado definitivamente en las mentes de los actores del proceso incluídas ellas mismas.
Creo que el veradero cambio empezará a gestarse una vez se materialice en las mentes de todos los humanos por igual y eso incluye al resto del mundo no Occidental, en donde la muer es todavía percibida como lo era hace mil años.
SM
Me encanta este blog, felicidades Pilar!
Quique, tienes mucha razón, pero mientras tanto que hacemos?! Mientras esa generación no deja espacio para el cambio como trabajamos todos los dias con jefes que desprecian a mujeres con iniciativa, que las tachan de «brujas» y les hacen la vida imposible para que se vayan, porque las ven como una amenaza??? Porque piensan que las mujeres con poder son peligrosas, y lodicen en voz alta! Porque creen que vamos a utilizarlo mal y en beneficio propio, porque creen que no tenemos criterio…
De verdad que hay dias que dan ganas de tirar la toalla…
Pero yo sigo leyendo y pensando que algún dia las cosas van a cambiar, como tu Begoña, me han gustado tus premisas:
Pensar que las cosas son posibles
Pensar que es posible para mi
Pensar que además me lo merezco
Gracias por las ideas!
Saludos!
Ángela
Pilar, me encanta el enfoque que le das a la reflexión. Especialmente en la conclusión, en el último párrafo.
Un grupo de mujeres hemos iniciado un proyecto colaborativo en forma de blog, donde ir debatiendo de estos temas. Por si te interesa. Espero que te guste. Consideralo tu casa.
http://nosotrasiguales.wordpress.com/
Un saludo.
no os engañeis., esto seguirá así, hasta que los hombres no asuman papeles al mismo nível que nosotras., como por ejemplo la paternidad, igual que nosostras la maternidad….
queda mucho.