Ayer tuve la oportunidad de participar en el Congreso de ASCOOP, organización que impulsa el cooperativismo en Colombia, que se está celebrando estos días en Cartagena de Indias . Como siempre, me gusta resaltar la profesionalidad de los colombianos. Tengo la suerte de ser invitada a este país desde hace ya varios años unas tres semanas a dar clases en el Master del CEU en Bogotá y El Cerrejón y a impartir seminarios y charlas. Me encanta la hospitalidad de su gente. A veces, cuando hablo con otras personas españolas me impresiona el desconocimiento hacia este país. Como todos sabemos, existe una realidad muy dura, pero también hay que reconocer los grandes avances que están dando en materia de seguridad, negocios, calidad de vida… Sigue existiendo un porcentaje alto de pobreza, pero al mismo tiempo, creo mucho en el potencial de estas personas y la colombia que conocí hace más de siete años no se parece a la actual. Ahora se puede viajar por carreteras entre ciudades o pasear por las noches por Bogotá. Por supuesto, existen peligros como en todas las ciudades grandes del mundo, pero quizá haya más miedo que realidad (al menos, ahora).
Estos días en el congreso estoy conociendo la realidad de la cooperativa colombiana, sus esfuerzos por aportar valor a su entorno, por crear trabajo… en definitiva, experiencias muy exitosas de las que estoy aprendiendo mucho.