Somos libres, aunque en último extremo sea decidir sobre la actitud que queremos en nuestras vidas, dijo Viktor Frankl. Nuestro reto está en tomar conciencia de esa libertad que no siempre nos gusta asumir. Sobre esta idea es la que se centra el libro «De ti depende» de Ignacio Álvarez de Mon, director del área de Recursos Humanos del Instituto de Empresa, libro el cual tuvimos el placer de presentar el pasado jueves Vicky Jimeno (responsable de antiguos alumnos del IE), Juan Carlos Cubeiro, José Mari Irisarri y yo. Fue una presentación muy bonita. Ignacio habló del mismo modo que escribe en su libro: Conceptos y corazón. Y es una maravilla cuando un autor se atreve a ser valiente, hablar de emociones en el mundo de la empresa y escribir no para lucirse, sino para que la gente le entienda.
Me gustaron muchas cosas de las personas que hablaron en la mesa, pero destacaría una que dijo Ignacio:
«Si de algo hay que arrepentirse es de no haber soñado más veces»
Esa idea me encanta, porque creo que uno de nuestros principales miedos: Atrevernos a desarrollar todo nuestro potencial sin excusas. Recuerdo que los deportistas de elite que he podido conocer siempre dicen de que no buscan excusas cuando fallan, incluso el entrenador de Rafa Nadal, su tío, le ha enseñado a que cada vez que falla una bola se olvide de inmediato del error, siga adelante, sin obsesionarse o sentirse una víctima. En el fondo también es una actitud zen: Vivir el presente y nuestra libertad asumiendo la responsabilidad de nuestras decisiones. Pero eso, una vez más no se enseña, incluso en nuestra cultura se prima el victimismo y la pena. Si algo sale mal, buscamos culpables a los que cargarles el muerto. Esa técnica alivia provisionalmente el posible dolor pero nos aleja muchísimo de nuestra libertad y, por ello, de la capacidad de desarrollar nuestro potencial. Un reto sería aprender a asumir nuestros errores y cambiar una frase tan manida como «Me han suspendido » en oposición a «he aprobado». Y todo eso, ya lo sabemos, depende de cada uno.
Me recordó un libro que leí, Tus zonas erróneas de Wayne Dyer. Muy bueno! El libro explica con ejemplos cotidianos lo fácil y al mismo tiempo absurdo que resulta quedar inmovilizado por los sucesos del ayer y las preocupaciones del mañana.
En una entrevista, la cantante Concha Buika respondía a la pregunta «¿Qué es lo que ha descubierto?» de esta manera: “He descubierto que hay más vida dentro de las personas de la que se atreven a vivir”.
El automatismo y el apego a los patrones que conocemos frenan esa chispa de entusiasmo que todos sentimos alguna vez. Los que se atreven a desarrollar su potencial están contribuyendo simultáneamente a la transformación del mundo, y además se sienten realizados, porque están cumpliendo la misión para la que han nacido. De lo contrario, se encontrarán fuera de lugar y estancados en la queja o en la frustración.
Gracias por la reseña de este libro, Pilar.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo. Me ha entusiasmado este post. Una recomendación es la lectura de las 8 claves de la felicidad:
http://www.albertsampietro.com/?p=48
Este tema me apasiona y me ocupa ultimamente, así que buscaré este libro tan interesante.
Hace unos dias leia la historia de un psiquiatra que fue encarcelado por dar su opinión y contaba como esto no pudo cortar su capacidad de libre pensamiento o actitud hacia la situación que le tocó vivir, así dedicó sus días de cárcel a escribir un libro sobre este tema.
En la puesta en práctica aceptar que de mi depende todo lo que sucede me asusta e incluso en ocasiones me enfada (conmigo misma), cuando supero esta fase es realmente liberador porque entonces puedo cambiarlo, no tengo que esperar a que cambien los demás o las situaciones.
Un fuerte abrazo,
La frase es auténtica. Sin duda mercerá la pena indagar en su libro.
Besos
Me ha gustado mucho el post, Pilar.
Creo que el miedo a desarrollar nuestro potencial tiene que ver mucho con el miedo a la libertad del que habla Erich Fromm.
A fin de cuentas la mejor manera de no fracasar es no intentarlo, aunque ello implique desperdiciar tu potencial.
JM
Todo se centra en saber y aprender a convertir nuestros errores y tropiezos en oportunidades. Esto va mucho más allá del «cada vez que te caigas, levantate y sigue» que nos enseñaban antes, ya que no hablaban de lo que sentíamos al momento de caer, que sigue siendo un sentimiento inevitable de frustración. Lo importante es controlar este sentimiento y de inmediato metabolizarlo con nuestros catalizadores positivos internos para luego convertir esa caída en una nueva y sorprendente oportunidad.
SM
Contrapunto filosófico:
«Intentar algo es el primer paso hacia el fracaso»
Homer Simpson
De ti depende pero el entorno y el tiempo también deciden. Últimamente se me ha extraviado el libre albedrío, yo que siempre me jacté de tenerlo.
Tomar nuestras propias decisiones y responsabilizarnos de las mismas, con naturalidad sin que resulten una carga, es un ejercicio imprescindible. Equivocarse no es malo: es (sin adjetivo) y no deberíamos construir una sociedad en la que fallar sea sinónimo de paria.
@Pepito Grillo, Homer es sin duda el gran filosofo del siglo XX 😉
No hay mejor frase para comenzar el día con fuerza…la apuntaré en mi agenda para aplicarla cada mañana…felicidades por el blog y este magnífico post
Este post me ha recordado el que colgaste hace unos meses sobre las palabras de Nelson Mandela «El miedo a ser libres». Hasta que no somos capaces de sobreponernos a los pensamientos autodestructivos y a identificarlos, somos víctimas de ellos, hasta que un día nos damos cuenta de que no estamos viviendo nuestra vida sino lo que inconscientemente hemos ido grabando des de pequeños, que en gran parte no nos pertenece. Sinceramente creo que somos responsables (no culpables) del 100% de cuanto nos ocurre, y debemos de esforzarnos en saber leerlo en clave positiva, porqué la vida es más sabia que nosotros y nos trae lo mejor para nuestro aprendizaje. Yo des de que acepté este hecho vivo con más serenidad, optimismo y siento que cada paso que doy es para mi crecimiento.
Gracias Pilar!
Nunca sobran libros así
He tenido la suerte de tener por profesor a Ignacio, y debo decir que con él he aprendido mucho. Muchas de las ideas que nos transmitió las condensa en su libro. Conociéndole, no me sorprendió la presentación que hizo. Como bien dices, fue valiente y sincera.
El «De tí depende» me parece una buena idea. Es uno SOLO el que sale del fango.
Ahora, cuando vos decís:
«Vivir el presente y nuestra libertad asumiendo la responsabilidad de nuestras decisiones. Pero eso, una vez más no se enseña, incluso en nuestra cultura se prima el victimismo y la pena. Si algo sale mal, buscamos culpables a los que cargarles el muerto. Esa técnica alivia provisionalmente el posible dolor pero nos aleja muchísimo de nuestra libertad y, por ello, de la capacidad de desarrollar nuestro potencial. Un reto sería aprender a asumir nuestros errores y cambiar una frase tan manida como “Me han suspendido ” en oposición a “he aprobado”. Y todo eso, ya lo sabemos, depende de cada uno.»
Hay que tener cuidado cuando hablamos de vivir el presente, como en una actitud Zen. Ya que también somos dueños de nuestro pasado. Rememorar el pasado también ayuda a aliviar dolores o errores; Y también, vivir el presente, puede significar lo mismo. Es decir, también puede ser un paliativo para no revisar lo que vamos haciendo «anestesiados»
Yo diría, y por favor; que no se me interprete por sobervia. Entre muchas formas de aprender, existen dos típicas: Por los errores (revisando el pasado) y por los buenos ejemplos
Pilar. Espero lo tomes como aporte. (me sirvió para escribir algo en mi blog)
Como la vida la vivimos una vez y no sabemos que sucederá en nuestro futuro inmediato, es lógico que nos equivoquemos o tomemos decisiones erróneas. La vida no es un guión de cine o teatro, es pura improvisación, y lo realmente hermoso y emocionante está en esa idea de vivir el día a día con espectación. Desde niños aprendemos a andar y a correr pegándonos algunos que otros batacazos. Yo observo a mis hijos y veo como se levantan inmediatamente y olvidan que se cayeron, la emoción de jugar es más poderosa que el dolor del porrazo que han sufrido. Quizás en esa sensación de estar libres de temores y prejuicios esté un pedazo de la fórmula de que nuestra vida no la manejen los acontecimientos.
Un besazo Pilar
Gracias por todos vuestros comentarios y reflexiones. Me ha gustado mucho leerlos.
Víctor, qué buen libro el que mencionas. Creo que es de lectura obligada.
Concha, me ha encantado la frase: Tenemos muchas más vidas dentro de nosotros. Muy bonito.
Sandra, gracias por el link y las ocho claves de la felicidad. Muy interesante.
Maru, el libro que me mencionas tiene muy buena pinta. Imagino que además vivirlo de esa forma en primera persona da mucha autoridad.
Gracias, Borja. La frase es cierto que es preciosa.
José Miguel, soy una entusiasta de Fromm y efectivamente, no asumir nuestras decisiones es también perder parte de nuestra libertad.
S.M, totalmente cierto. En la medida que podamos reintepretar el fracaso como un aprendizaje, habrá una gran oportunidad para nuestro desarrollo.
Pepito Grillo jejejeje… muy bueno.
Marisa y Rocío, me alegro que os haya gustado. Gracias por vuestras palabras.
Gerard, efectivamente, está muy relacionado con la opinión de Mandela. De una forma u otra, todo está relacionado.
Félix, efectivamente, fue una presentación muy valiente por lo emocional. me alegró saludarte también.
Camilo, me gusta la idea de los dos tipos de aprendizaje.
Esther, posiblemente la sensación de felicidad está cerca de recuperar ese niño/a interior que es capaz de vivir el presente sin más.
Un fuerte abrazo a todos
Lula, lo cierto es que con este contexto parece el libre albedrío se ha perdido un poco, aunque así sea, siempre podremos decidir en nuestro pequeño o gran margen de libertad.
Xavier, gran parte de los motivos de la falta de emprendimiento es precisamente el miedo al error. En la medida que pudiéramos aislarnos, seríamos más fuertes.
Un fuerte abrazo
Hola Pilar, aunque escribo con un poco de retraso, quiero decirte que me encantó la frase, aprovecho para enviarte un link que francamente me pareció inspirador y que habla de lo que has comentado en el post.
Un beso