Me gustaría comentar una experiencia empresarial exitosa, la de Juan Valdez. Esta marca se ha conseguido situar en una de las más conocidas a nivel mundial, según la prestigiosa revista Fortune. Pero lo que más me llama la atención es la estructura organizativa que hay detrás. No es una empresa sino una Federación. Nació en 1927 con el fin de hacer frente a la inestabilidad del café. Se agruparon diversos productores para fundar la llamada Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. En la actualidad agrupa a más de 566.000 productores y representa en torno a dos millones de familias. Muchos de estos productores son agricultores con pocos recursos y gracias a este gremio pueden acceder al mercado en unas mejores condiciones.

Para formar parte de la Federación se exigen varios requisitos: Ser cultivador permanente, que posean y exploten para sí o para su familia un terreno que sea igual o superior a la media hectárea y contar con al menos 1.500 árboles plantados. Posteriormente, la Federación se encarga de seleccionar el café y distribuirlo. Desde hace un tiempo han comenzado una labor de internacionalización a través de tiendas abiertas en distintos países, como Estados Unidos o España. Y se están enfrentando a gigantes de la talla de StarBucks. Creo que el éxito está en la capacidad de aunar esfuerzos. De forma individual, ninguno de los productores hubieran podido llegar tan lejos, pero uniéndose han logrado crear una marca reconocida y valorada en todo el mundo. Por cierto, a modo de anécdota, la cara visible de Juan Valdez, un hombre con una mula que muchos recordamos de anuncios o del propio logotipo de la Federación, es un actor, además de una excelente campaña de marketing.

 Para más información: http://www.cafedecolombia.com/