Si hay una lección que debemos extraer de la crisis actual es que la transparencia es clave para el futuro de nuestras organizaciones
Jean-Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo
La transparencia es una de las necesidades que se están demandando ahora en nuestras economías por todo lo que estamos viviendo. Pero esa necesidad también ocurre en las empresas y un agente que lo facilita es precisamente la tecnología. De ello estuve hablando esta semana en el Congreso «Gestión Integral del Capital Humano» organizado por Cezzane Software en el Santiago Bernabeu (muchas gracias a José Manuel Villaseñor, su Director General, por la invitación). El congreso fue muy interesante porque estuve entre colegas que expusieron distintos puntos de vista diferentes sobre el talento y en situaciones como las actuales.
En mi caso traté sobre la «Gestión del Talento sin miedo» y presté especial atención al impacto de la tecnología en las empresas que ha conseguido crear entornos más colaborativos y más transparentes. Hace años, cuando no existía email ni Internet, la información llegaba de una manera mucho más puntual a los colaboradores. Quien tenía la información, tenía el poder. No hay duda. Por ello, las organizaciones eran más opacas y se generaba más miedo. Sin embargo, la tecnología, junto con otros cambios como la mayor formación de las personas, ha logrado que exista más información en cada uno de los puestos y donde el poder basado en retener ciertos datos esté cambiando.
La transparencia es sinónimo de libertad y de valor añadido. Cuando uno aspira a un puesto y se lo dice a su jefe, es bien distinto si esa persona sabe si su petición se ha tramitado o se ha quedado en la conversación con su responsable. Cuando hay claridad, se puede saber quién aporta más que otros más allá de la capacidad personal de automarketing.
La transparencia va a contribuir también a que se vea con más claridad el valor que cada individuo aporta a la organización y eso va a impactar en las estructuras organizativas y retributivas actuales.
Creo que vamos a ver una serie de transformaciones muy profundas en los próximos años como consecuencia de los cambios que el uso de la tecnología va a ocasionar.
JM
Hola Pilar, la transparencia supone, como dices, un valor añadido para los clientes, es reforzador o motivador para los trabajadores, y determina en gran parte el estilo o cultura de las organizaciones… Y no digo más para no ser demasiado transparente 🙂
Autenticidad. Para mí es la palabra clave. Debemos perder el miedo a ser nosotros mismos. Siempre habrá culturas empresariales que promuevan el miedo y la amenaza como agentes de la acción. Yo creo de corazón que la proactividad, la autenticidad, apostar por el talento y la gestión de las personas, conllevan unos resultados indudablemente mejores que el miedo y la reprimenda.
Para ello, los directivos de las nuevas empresas, deben acercarse a su gente , generando confianza, estando presentes, usando una actitud positiva , y que ese mismo comportamiento, creencias y valores sean los mismos en sus vidas personales. La transparencia , con un «para qué » claro , es una actitud que será imprescindible en la revolución social y laboral.
Gracias Pilar, por seguir alimentando de nutrientes para el alma en el mundo laboral. Yo simplemente estoy empezando y espero en no mucho tiempo empezar a ver frutos.
Un abrazo.
Quique Jurado.
¿Sabías aquello de quien crea la necesidad, … ?
Saludos.
Te doy toda la razón, José Miguel. creo que estamos ante unos cambios importantes que iremos viendo gracias a la tecnologías. Yoriento, me gusta tu apunte 🙂
Quique, mucho ánimo en el trabajoy gracias por tus palabras. Efectivamente, es una palabra clave y creo que en especial en el mundo del coaching.
Y Antonio, muy bueno….
Un abrazo