Si queremos innovación, necesitamos diversidad. Los diferentes puntos de vista pueden dar lugar al caos pero también a la creatividad. Está comprobado. ¿La cultura de la empresa le da pie al responsable de selección a incorporar a un gay (de los que se les nota de lejos como a los Village People) en puestos de gran responsabilidad sin que el resto de la compañía crea que se ha vuelto loco? La inteligencia se encuentra dispersa de forma homogénea, independientemente de raza, sexo, tipo de vestir o inclinaciones sexuales. Además, para asegurar el éxito, Ashby recomienda la «Ley de la Variedad Requerida”, es decir, la complejidad de nuestro entorno debe reflejarse en la composición de la organización. Esta ley no siempre (o casi nunca) se cumple. Hace cinco años Tom Peters señala este hecho en Estados Unidos: Las mujeres deciden el 65 por ciento de las compras de automóviles y, sin embargo, sólo representan el 7 por ciento de los vendedores, por no hablar de los porcentajes de quienes diseñan o dirigen las empresas automovilísticas. La diversidad se va a convertir en el padrenuestro de las compañías que quieran innovar, con las dosis de tolerancia requerida. Pero para ello, se requiere que aceptemos puntos de vistas distintos y eso no siempre es fácil ni mucho menos cómodo. Leemos los mismos periódicos que aquellos con los que compartimos las ideas políticas, nos rodeamos de personas afines a nuestros gustos y no siempre nos gusta conocer la forma de pensar del seguidor del equipo contrario al nuestro. Cuando trabajo en seminarios sobre la comunicación suelo hacer el siguiente ejercicio: Les pido a dos amantes del fútbol de equipos totalmente opuestos que charlen sobre sus equipos. Apenas recuerdo ocasiones en las que se hayan escuchado mutuamente… Hablamos de diversidad en la empresa, pero una vez más comienza con uno mismo y con escuchar al otro. Como dice Humberto Maturana, la realidad no existe, sólo puntos de vistas. Y llegamos a ellos, escuchando y no juzgando a priori.
¿Los Village People en la empresa?
por Pilar Jerico | Dic 17, 2007 | Desarrollo personal, Estrategia, Innovación, Libros recomendados, Liderazgo, Talento | 3 Comentarios
Pilar:
Me sient muy identificado con este caso. Durante mis estudios de colegio primario tuve un compañero con marcadas tendencias homosexuales (un binorma como se le dice en Argentina)Gracias a mis prejuicios me mantuve bastante alejado de él. Sin embargo confieso que lo envidiaba ya que su relación con mis compañeras era excelente. Además un año resultó premiado como mejor compañero gracias al voto femenino. Y además poseía grandes cualidades para relacionarse con los profesores.
Sin embargo me resisto a la posibilidad de que este tipo de personas eduquen niños. Quizás mis prejuicios hayan crecido conmigo, o quizás yo no haya crecido lo suficiente como para no ser prejuicioso, pero asi lo veo
Un abrazo
Buenísimo.
Innovación
Buenísimo.
Innovación deviene de Diversidad.
Una de las grandes carencias en las Administraciones Publicas, donde trabajo, y donde todo está tan regulado que acabamos todos cortados por el mismo patrón. Donde cualquier desviación del status-quo se castiga duramente.
Propongo que la primera ley del nuevo gobierno (el que salga) sea la «Ley de la variedad requerida».