Una forma de manipular a la sociedad es a través de infundir miedo como se ha comprobado a lo largo de la historia de la humanidad. El miedo es una emoción con la que nacemos y que resulta muy sencillo activarla, con tal de hablar de futuros preocupantes, se consigue abrir la caja de Pandora de los temores (la intensidad y la forma lógicamente dependerá de cada uno y de sus experiencias pasadas).
Existe un miedo sano, que necesitamos porque nos alerta de peligros y nos hace ser prudentes. Y está bien que en la sociedad se viva esa prudencia para evitar desastres del pasado. Pero, junto con ese miedo, existe otro que no es nada sano: Es el miedo tóxico, que paraliza y que a través de él se nos manipula. Y éste se vive tanto en la empresa, como en la religión o en la política, en definitiva, en cualquier agrupación humana.
El jefe que utiliza el miedo está demostrando una escasa capacidad de liderazgo. Es bien distinto decir «haced esto por miedo», que «hacedlo por cumplir un sueño». Los mecanismos que se mueven en cada mensaje son muy diferentes. A muchas personas que aspiran al poder y al control no les conviene que la gente sea libre, que tengan criterio por ellos mismos o que accedan a otras fuentes de información para contrastar. Creo que la libertad de pensamiento es muy peligrosa para los que utilizan el miedo.
Y toda esta reflexión es porque ahora, que estamos en periodo electoral, se ve a la mil maravillas el miedo y se observa en todos los partidos políticos. También se vio en Bush después del 11S y en las políticas que consiguió sin dificultad activando el miedo o en los aeropuertos, que son centros de generación de miedo (no sé si sano o no).
Espero que algún día veamos en nuestros países a políticos que hablen de sueños y que no utilicen una herramienta tan antigua como el miedo, que carece de mérito. Y espero que también se vea en las organizaciones humanas: Empresas, religiones, parejas…
De alguna manera, la canción de John Lennon de Imagine, podría adaptarse para imaginar un mundo en el que no haya necesidad del empleo del miedo, que se fomente la tolerancia y el desarrollo de personas con criterios y libres de pensamiento.
Es cierto, y, con respecto a los políticos, si uno de los dos candidatos hubiera ejercitado el silencio ante los ataques del otro, (Buda decía que no le afectaban los insultos, porque no los recogía), puede que se hubiera llevado una sorpresa con el resultado de las encuestas, tras los debates. La violencia es debilidad. El miedo se contagia, pero no aporta nada, sólo más miedo. Creo que la gente está muy necesitada de encontrar personas que aporten positividad, esperanza, luz, en este mundo tan caótico que nos presenta, por ejemplo, la televisión, y quienes pueden hacer uso de ella. Normalmente lo hacen para manipular y no para ayudar.
Algunos políticos miedosos (inseguros, enfermos emocionales, faltos de criterio y de ideas originales) fomentan una sociedad idiota, al igual que los jefes idiotas, terminan por llevar empresas idiotas… Y en las casas, lo mismo, la falta de inteligencia (sobre todo emocional) genera ambientes familiares que terminan en situaciones terribles.
Por eso veo tan necesario el trabajo individual, la limpieza interior y la autoobservación, para que cada uno vea lo que debe rectificar, y cumplir su función en esta vida, sea en el ámbito que sea, de la forma más honesta. La suma de personas sanas emocionalmente crea una sociedad sana. Es que no veo otra forma posible.
Totalmente de acuerdo, Concha. Creo que el único camino pasa por el trabajo personal. Me encantan tus reflexiones y la idea de generar sociedades y organizaciones idiotas.
Un abrazo
Me identifico totalmente con ese pensamiento. Y justo pasa por nosotros el romper la cadena del miedo y no reaccionar ante él, pero es tan difícil cuando se trata de una amenaza directa (trabajo p.ej.).
¡Enhorabuena por el artículo!
Me ha gustado lo que he leído y me gustaría aportar mi granito de arena. He visto organizaciones en las que un equipo funcionaba mal, muy mal. Con el tiempo se descubrió que ese lider/jefe/encargado utilizaba el managment del miedo. Todo se descubrió cuando fué sustituido por otra persona, más sensata y humana. El mismo equipo fue remontando sus resultados e incluso empezó a destacar.
¿Realmente aporta algo el miedo?, o por el contrario no nos deja ni pensar ni trabajar.
Saludos
Es así ekaizen,cuando cambia el líder y es una persona motivadora, cambia todo, porque se rodea de personas como él, y el ambiente es muy propicio para la innovación y el progreso. Lo malo es cuando una persona brillante da con un o unos “superiores” (que suelen venir en bloque 🙂 que no lo son; entonces es arrinconada porque se la teme. Si se queda, seguro que se terminará quemando y, si protesta por su situación, será «amenazado» sutilmente presentándole el panorama laboral que hay por ahí.
Saber que uno no es el culpable de ese miedo es importante, porque serás más capaz de tomar decisiones y te liberas de la culpa, que es, precisamente, con lo que pretenden que cargues los sembradores de miedo. Siembran el miedo, porque lo tienen. Nadie da lo que no tiene. Lo mismo sucede al contrario. El afecto, el espíritu colaborador también se contagia.
En las empresas, hay muchos mecanismos para gestionar el miedo y el principal, sin duda, es el liderazgo. Si quien dirige tiene miedo, eso caerá en cascada. Como escribí en el libro NoMiedo. El objetivo no es dejar de tener miedo, que es imposible, sino saber convivir con él y evitar que éste nos bloquee. El miedo es tan bien un gran aliado.