Poderosamente frágiles es mi primera novela, que se publica el 26 de marzo y posiblemente sea uno de los libros que más he disfrutado escribiendo.
Comienza del siguiente modo:
«Tengo los ojos vendados.
Alguien me guía, me conduce con firmeza. Es una mano masculina. Un tacto acogedor. Estoy a miles de kilómetros de casa, entre voces desconocidas. La brisa es más envolvente que nunca. Las olas lanzan susurros al romper contra el acantilado.
Sigo andando sin saber a dónde me lleva. Ya no tengo miedo, pero siento todavía ese nudo en el estómago.
¿Cómo he llegado hasta aquí?»
Claudia es la protagonista, una mujer de treinta años, matemática, que no le van muy bien las cosas: Una relación con su novio difícil, poca comunicación en su familia y un trabajo que le motiva más bien poco. Un día antes del verano le dicen, además, que puede ser despedida.
«Aquel día cuando volví a casa en metro no pude retirar la mirada de la ventanilla. Vi la imagen continua de túneles oscuros que sólo respiraban en cada una de las estaciones y sentí que algo también me estaba tunelando por dentro. Me pasé cinco paradas de mi destino.»
Es entonces cuando un amigo suyo le invita a asistir a un curso de Kyudo, tiro con arco japonés. Claudia no ha hecho nada igual en su vida, pero acepta. Toma tres aviones y llega a un sitio exótico y bastante extraño para ella. Al principio, se horroriza del lugar, de las personas y del propio curso. Pero poco a poco, comenzará a enfrentarse a sus más íntimos miedos y fragilidades a través de dinámicas, experiencias con otros personajes e reinterpretación de su propio pasado. Conocerá a la misteriosa Eva, la profesora; la sensual Laura; Roberto y Daniel, los hombres con los que vivirá distintas experiencias. Todo ello narrado por la propia Claudia, de un modo irónico, en ocasiones; y muy emocional, en otras; y compartido, además, con sus amigos a través de mensajes por whatsapp:
Claudia (21:01): Socorro, en qué lugar me he metido
Óscar (21:05): Seguro que mejor que yo, que estoy currando
Giovanni (21:17): Amore… te va a encantar, tranquila
Sandra (21:21): ¿Dónde estáis?
Claudia (21:32): Gio en la Polinesia y yo en el zoo. Igualito
Como escritora en muchas ocasiones me emocioné, sobre todo a partir del momento en el que personaje vive un punto de inflexión. Confieso que ha sido una experiencia personal bellísima, que recoge parte de mí misma y de talleres a los que he asistido a largo de los años. Gracias a esta novela, me he podido adentrar aún más en las complejidades y contradicciones del ser humano y en nuestra fragilidad que nos ayuda a ser poderosos.
Por último, gracias a Juan Cruz Ruíz, por su bellísima frase que me regaló para el libro:
“Pilar Jericó ha combinado una escritura honda, veloz y bellísima para viajar como una flecha en busca de los caminos de perfección. En ese trayecto se acompaña del humor y la autocrítica. Al final logra una novela para pensar y para ser. Sale uno mejor de este libro, más preparado para el entusiasmo que requiere la vida”
Sólo espero que los lectores disfruten de la novela tanto como lo he hecho yo escribiéndola.
Planeta de libros.
Fnac.
Casa del libro.