“Serpientes vestidas de traje”, así denomina a los psicópatas que ocupan puestos directivos Robert Hare, profesor emérito de Psicología de la Universidad de British Columbia y uno de los mayores expertos en psicopatía. El término psicópata nos asusta. Lo asociamos habitualmente a los asesinos en serie o a Anthony Perkins en la película Psicosis, aunque estos casos concretos son excepcionales. Los psicópatas de traje son más habituales. ¿Qué les caracteriza? El rasgo más importante es su total falta de sensibilidad hacia las emociones del otro.
Cuando un psicópata procesa información su parte del cerebro emocional no se activa. Es decir, son inmunes al dolor de terceros. No se trata de una enfermedad que se cure, es un trastorno de la personalidad que, además, les hace ser especialmente brillantes. Como destaca Hare, “es fácil encontrar psicópatas en puestos muy importantes de empresas, de la política o de la religión”. Son sumamente inteligentes, tienen una capacidad extraordinaria para la oratoria y les encanta el poder. ¡Veneran el poder y lo buscan a cualquier precio! Además, al no sentir emociones, no importa quién se interponga en su camino… Y no es algo ajeno. Hare estima que el 1 por ciento de la población mundial es psicópata (de diferentes tipos y grados, por supuesto) y que afecta con sus actos al 10 por ciento de la población. Adivine dónde se encuentran.
¿Un jefe con rasgos psicópatas? Si la utilización del miedo le permite conseguir los objetivos, no reparará en ningún momento en las consecuencias emocionales que pueda provocar. Es la intención en estado puro. El desafío es doble para una empresa que quiera evitarlo: por una parte, implantar sistemas que animen a que se denuncien este tipo de comportamientos (siempre y cuando el jefe no sea el dueño o el máximo responsable de la organización, en cuyo caso lo mejor es irse directamente) y, por otra, prescindir de ellos. Ninguna alternativa es sencilla. Ahora bien, quien ha tenido la mala suerte de toparse con alguno sabe que lo mejor de todo es salir de sus garras. Por cierto, dos últimas matizaciones: Hay personas sin escrúpulos, pero eso no significa que sean psicópatas o que tengan comportamientos psicopáticos. Por otro lado, he conocido y leído a algún psicólogo que me ha reconocido que hay ciertos comportamientos psicopáticos que se matizan con el tiempo (incluso el mismo Viktor Frankl reconoce que algún psicópata de los campos de concentración nazis con el paso de los años había cambiado radicalmente). En definitiva, los psicópatas existen en las empresas, probablemente no sean todos cuantos podamos pensar y cabe la esperanza en algunos casos de que cambien en un futuro.
Hola PI;
Muy interesante tu artículo, y tienes mucha razón en lo que se produce, cuando se confunde pasión, trabajo, placer y obligación.es. Me recuerda a los Libros de Brett Easton Ellis (American Pyho, ó Lunar Park; o Glamourama).
Si bien, como aficionadillo al mundo/mental y persona paciente en estre tipo de temas te diré que la psicopatía; significa «dolor, daño al pensar», del pensamiento»), y un «ataque» se caracteriza por trastornos del pensamiento, del habla y del comportamiento, perfectamente evidenciables.
Otra cosa es el cine y la literatura, y creo que te refieres más al sadismo o una inteligencia depravada, que al mal de la piscopatía, propiamente dicho. Si bien, es un recurso dramático y argumental, perfectamente válido y lógico, que permite maximizar la trama, argumento y desenalce.
Sólo quería hacer esta puntualización. OSea;), sí, pero no.
Muchas Gracias
Buenos Días
De acuerdo con tu comentario, Pilar. Como canta Aute en su preciosa canción “La belleza”:
“Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza…”.
Basándose también en las investigaciones del psicólogo Robert Hare, Punsset comenta, en su libro “El alma está en el cerebro”, que un psicópata puede entrar en tu cerebro e intentar imaginar qué piensas; sin embargo, jamás podrá comprender cómo te sientes. Es como intentar explicarle los colores a un daltónico. Parece ser que un psicópata puede llegar a relacionarse social e intelectualmente, pero ven y tratan a las personas como objetos.
Se consideran no como enfermos mentales, sino personas con un trastorno de la personalidad. Frente a una persona afectada por ansiedad o por depresión, cuyas emociones estás amplificadas, el psicópata se caracteriza por una falta de control de las suyas. En realidad, parece que no pudiera sentir o manejar sus propias emociones, incluidas las de culpa o remordimiento
Aparte de estas patologías, no creo en buenos ni en malos, pero sí es personas sanas emocionalmente y otras inseguras y llenas de prejuicios; algunos de éstos últimos (psicópatas o no), ocupan cargos de responsabilidad en las empresas; su energía mal canalizada les conduce a ser crueles, incluso (o sobre todo) con ellos mismos, aunque, en el camino también dejen numerosas víctimas.
Un abrazo
Un amigo me decia qu los H.P. (no es precisamente un empleado de Hewlett-Packard) son muy pocos, por eso están tan bien pagados.
La ley del mercado les favorece a los psicópatas.
Me resulta dificil ver la diferencia entre un psicópata y un ser sin escrúpolos. En ambos casos son ejemplares que van a los suyo y ven a los demas como objetos inanes.
Gracias, Antonio, por tu matización. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Y sí, los psicópatas según Hare tienen un transtorno de la personalidad que hace mucho daño a quienes le rodean. El libro de Hare reconozco que había páginas que me costaba leer por la crudeza de lo que contaba y no eran necesariamente asesinatos, sino manipulación, ofensas… En fin, es un problema estar cerca de ellos. El problema es que pueden ser muy brillantes (grandes oradores) y ocupan puestos de demasiada responsabilidad. Un ejemplo claro de HP 🙂
Yo acabo sacando la conclusion de que mucha gente piensa: «Para qu me pise otro ,piso yo». Ya no se valora a la gente buena ,sencilla, que pierde para que otros ganen. Eso es simplemente gente debil. Y debil dicho en el sentido mas despectivo.
Me parece una lastima oir cosas a mi alrededor como «Marga si esque esto es una selva». Vamos, la ley del mas fuerte, del mas capullo, la seleccion natural en toda su crudeza. Y todo para conseguir un chalet mejor que el del vecino o un coche con el que ligar mas. Me dan pena.
También dan asco
Esa canción que cuenta Concha, es uno de los «paradigmas» de mi adolescencia. Me marcó profundamente, pero ahora sólo la puedes ver cantada por «otros» porque Mr. Aute nunca quiso venderla. (Belesa)
A mí me ofrecieron «venderme» y podría haberlo hecho a cambio de gestionar el Infierno. Me negué y quizá me equivoqué, pero venía de «experiencias aterradoras», así que he sido «excluido» de un montón de historias y a cambio he ganado algunos muy buenos amig@s. Ahora tengo mi trocito de paraíso, sueños e insomnio por aqui cerquita.
También habré sido malo, supongo, más por torpeza que por maldad, no aguanto enfadado. Nadie es Sant@ ni Diabl@ al 100%, todas las horas del día. Además, supongo que los piscópatas también sufrirán lo suyo, a lo mejor, cuando no pueden hacer daño, ¿no?
Me ha gustado tu entrada, como todas.
Ánimo.
Buena noche
Ps; Como decía Jesús; «Nada» humano me es ajeno.
Besos
Sobre la belleza;
«Todos los días me revuelco en ella, como los ratones coloraos»
Además, medio solar patrio, como Telefónica, TVE, etc .. está vendido y yo no he sido ..
Hay gente que mata por esas tonterías.
Vale, me callo.)
Pilar:
A mi juicio uno se convierte en psicópata si no sabe gestionar el éxito. Cuando se obtiene poder y se piensa que ese poder nos permite tratar a las personas como si fueran elementos inertes, sin emociones.Esto es lo peor que puede ocurrir a todo grupo humano, ya que si no nos damos cuenta que es «humano» nuestro grupo puede devenir en inhumano con los perjuicios e inconvenientes que esto conlleva. Quien sepa gestionar el éxito , el suyo propio antes que nada, sabrá entender a quienes lo rodean y obtendrá mejores resultados que quién procura presionar por medio del miedo.
Un abrazo
Mariano
Por si estais interesados en la relación entre psicopatía, sociopatía, trastornos antisociales y narcisistas con el poder, leed la obra de Andrew M. Lobaczewski Political Ponerology: A Science on The Nature of Evil adjusted for Political Purposes.
Por cierto, siento contradecirte, pero los psicopatas no cambian, no mejoran. En todo caso empeoran. Si este tipo cambió, bien mentia, bien era un «sociópata» o «caracterópata», como diria Lobaczewski.
La incidencia de la psicopatía varia de unos autores a otros: del 1% de la población según Hare, al 6% de Lobaczewski, si bien este último distingue entre psicopatas de base, que son el 1%, y el resto, a los que denomina caracteropatas.
Saludos.
Gracias, Pedro, por el apunte del libro que mencionas, que me parece muy interesante.
Respecto a que los psicópatas no mejoran, es lo que afirman muchos expertos, como el mismo Robert Hare. Sin embargo, he escuchado voces que matizan tal apreciación, como la realizada por George Escribano, psiquiatra que trabaja con Alex Rovira en psiconometría, y que presentó en año pasado en Expomanagement sus hallazgos de perfiles de personalidad y empresa. Mencionó precisamente que había psicópatas que eran capaces de «amortiguar» sus comportamientos, por decirlo de una manera diplomática. En cualquier caso, sea cierto o no, es mejor tenerlos lejos.
Un abrazo
That’s good-lookinggood editorial,I really likethe tips you have given.Will be referring a lot of friends aboutthis.Looking forward to reading more from you.So keep blogging.|advantageousinformation and superbpost you got here! I would like to thank you for sharing your thoughts and time into the stuff you post!! Thumbs up!
escuchadme, en mi vida, hay gente fina que dice que soy un bruto y por eso me odia, hay gente que dice que soy un friki y por eso no se acerca a mí, ya es mucho como para que me venga el 1 por ciento restante a apalearme y a llamarme psicopata ¿vale?