Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, también tienes razón.
Henry Ford
Las expectativas positivas condicionan nuestro comportamiento. Si un equipo de fútbol realmente se cree que puede y es capaz de romper un maleficio histórico de cuartos, está más preparado para conseguirlo. Eso se ha demostrado en múltiples ocasiones en otros terrenos y áreas. Uno de los más famosos estudios es el que realizó Rosenthal y del que en alguna ocasión hemos hablado. Investigó el efecto, en este caso, de las expectativas del profesor en los resultados de los alumnos en una escuela de 18 clases. El primer día pasó una encuesta a los alumnos para medir su coeficiente intelectual y en base a su resultado, se supone que agrupó las clases en dos tipos: Estudiantes brillantes y otros que eran más bien mediocres. Informó de esta clasificación a los profesores de la escuela. Pasado ocho meses de clases comprobó los resultados y descubrió que los considerados brillantes habían aumentado en cuatro puntos su coeficiente intelectual.
Lo que los profesores no sabían era que la distribución de los alumnos era totalmente aleatoria y no conforme al CI que había creído inicialmente… sin embargo, había incidido en los resultados. ¿Por qué?
Rosenthal analizó el comportamiento de los profesores en cada uno de los grupos. Vio que éstos trataban de manera más afable a los considerados mejores, les facilitaban más información, les dejaban más tiempo para responder a las preguntas (se supone que eran brillantes, ¿no?) y les daban más reconocimiento que a los otros. Es más, incluso cuando alguien del grupo de los considerados «normalitos» despuntaba, parecía que al profesor le molestaba.
Así pues, si alguien quiere que su equipo pueda, lo primero que ha de hacer es creerselo él mismo porque las expectativas se trasmiten a jugadores, colaboradores o alumnos… y afecta a los resultados.
Enhorabuena a la Selección.
Completamente de acuerdo, creer es poder!
¡Me has pisado el post, Pilar! Pero me encanta que lo hayas hecho. Estoy más que de acuerdo.
¿No crees que haber cambiado ese lema de lucha «A por ellos» por el de superación personal «Podemos» puede haber infuido? Lo que creemos se manifiesta y el vehículo es la palabra.
Hay que valer y esforzarse, porque, de lo contrario, nada se consigue, pero también creerlo. Se dice que incluso uno gana el dinero que cree merecer.
Un abrazo
Me ha gustado mucho ese experimento. Quizá de alguna manera yo lo hago. Voy a mirar a ver, porque aunque lo haga inconscientemente, hay mejores formas de hacerlo, seguro.
Supongo que todos condicionamos al resto por lo que pensamos, Kike. Lo bueno es darse cuenta.
Concha, lo siento 🙂 aunque me alegra muchísimo de que hubieras pensado lo mismo. Eso significa que estamos en línea y qué bueno lo que dice de la diferencia entre podemos y a por ellos. No tiene nada que ver dónde se localiza el foco de control.
Y Victor, me alegro de que lo compartas. Es puro poder.
Un abrazo
Está claro que además de la confianza en uno mismo, tambien es importante como nos vean los demás, viene a ser como dos fuerzas que se retroalimentan. Querer es poder, si el mundo cree que puedes o eres capaz de convencerlos de que puedes, siendo esto último bastente difícil, como demuestra el experimento y la selección española de futbol.
Recordemos que nadie daba un duro por la selección española de fútbol, igual por eso no se rompía el «maleficio», porque nadie creeía que podían. Quizás antes no eran tanmalos y ahora tampoc son tan buenos, la diferencia es como les veíamos antes y despues de ganar el partido contra Italia, y de la confianza ganado por los jugadores, además de como los empezó a ver el adversario.
En cuanto al experimento, además de demostrar tu teoría, tambien demostró que los profesores eran idiotas. No se les ocurrió dividirl tambien al profesorado en función de su CÍ??
Concluyo que según el experimento lo más importante es saber venderse, aunque no sepas hacer la o con un canuto, o me he pasado??
Saludos PIlar 🙂
Tremendo post Pilar, creo que tanto las cosas negativas como las positivas se contagian, es por eso que tenemos que irradiar las ganas a todos nuestros colaboradores, hacerlo que sientan con la pasión que nosotros sentimos, porque si no lo hacemos nosotros nadie más lo hará.
Para esto se escribe un articulo, hombre esto ya lo sabemos todos.